Parashá Ki tissa La prueba de la paciencia

Escrito por el Rabino Meir Elkabas

Parashat Ki Tisa es una de las secciones más intensas de la Torá, que trata sobre el trágico episodio del Becerro de Oro. Este año, al coincidir con Purim en Jerusalén, los temas de la percepción errónea, la presión y la redención resuenan con aún más fuerza. Al explorar los eventos que rodean el pecado del Becerro de Oro, podemos descubrir profundos aprendizajes sobre la naturaleza humana, el poder de la imaginación y la necesidad de paciencia en el servicio Divino.




La presión de actuar


La Torá describe cómo Moshe Rabbeinu(Moises) ascendió al Monte Sinaí durante cuarenta días, dejando al pueblo judío esperando su regreso. Sin embargo, debido a un error de cálculo, creyeron que se había retrasado. Este error no fue solo un problema de contar los días, sino una oportunidad para que el Yetzer Hara(la mala inclianción) manipulara su percepción.


El Midrash explica que el satán distorsionó la realidad, creando una atmósfera oscura y tormentosa para infundir miedo y confusión. Incluso proyectó una visión de la "tumba" de Moshe Rabbeinu (Moisés) flotando en el aire, lo que llevó al pueblo a creer que su líder había perecido. En un estado de pánico, se dirigieron a Aharon, exigiendo que creara un nuevo líder que fuera un ídolo.

Frente a una multitud enojada e irracional, Aharon intentó retrasar sus acciones. Les ordenó recoger oro, específicamente los pendientes de oro de sus esposas e hijos, con la esperanza de que esto los ralentizara. Como explica Rashi, Aharon creía que las mujeres y los niños serían reacios a desprenderse de sus preciosos adornos, ganando tiempo hasta el regreso de Moshe. Sin embargo, su plan fracasó. Los hombres, impulsados por su desesperación, se quitaron sus propias joyas y se apresuraron a crear el ídolo.



Surge la pregunta: ¿por qué Aharon se centró en los pendientes de oro? ¿Cuál era su intención más profunda?


Quizás el aspecto más desconcertante de esta historia es cómo el pueblo pasó tan rápidamente de temer la muerte de Moshe a crear y adorar un falso dios. ¿Qué causó este cambio tan drástico? ¿Cómo es que su miedo a quedarse sin líder los llevó repentinamente a la idolatría?


Esta pregunta nos obliga a examinar la naturaleza del pánico, la imaginación y la confianza mal dirigida. Si su problema era el liderazgo, ¿no habrían simplemente pedido a Aharon que asumiera el liderazgo? ¿Por qué su respuesta escaló hasta el punto de fabricar una nueva deidad? ¿Cuál es la conexión subyacente entre el miedo a perder a Moshe Rabbeinu y caer en una idolatría total?


Rabi Najman de Breslev, citando al Baal Shem Tov, explica un concepto profundo sobre la fe en la unicidad de Hashem.

El shema Israel es recitado por los judíos todos días y dice


Enfocandonos en la última parte del Shema donde se habla la unicidad del Creador