Parashá Tetzaveh - La Luz del Tzitz(corona del sumo sacerdote)

Escrito por el Rabino Meir Elkabas

El Tzitz: Una Corona de Santidad y Percepción



La Parashá Tetzavé describe los intrincados vestuarios del Kohen Gadol, cada uno con un profundo significado espiritual. Uno de estos vestuarios, el Tzitz, era una placa de oro que se usaba en la frente de Aharon HaKohen. Grabada con las palabras Kodesh LaHashem(“Santo para Hashem”) se extendía de oreja a oreja y estaba asegurada con hilos de tejelet (azul pálido). Estos hilos envolvían su cabeza, formando un cierre completo sobre el cráneo y el cerebro.

La Torá ordena en Shemot(libro de los nombres) 28:36:

“V’asita Tzitz zahav tahor, u’pittachta alav pituchei chotam Kodesh LaHashem” — “Y harás un Tzitz de oro puro, y lo grabarás con un grabado como el de un sello: ‘Santo para Hashem’.


Rashi explica que el Tzitz tenía solo el ancho de dos dedos, cubriendo la frente pero colocado de manera que dejaba espacio para los Tefilín por encima de él. El grabado se hacía en dos líneas: Kodesh La abajo y Hashem arriba, asegurando el debido respeto al Nombre de Hashem.

Pero más allá de su estructura física, el Tzitz encierra una lección profunda sobre la percepción Divina y la conexión espiritual.



El Camino hacia la Claridad: Alegría y Expansión


Rabi Najman de Breslev, en Likutey Moharán Lección 24, revela la conexión entre la alegría, el crecimiento espiritual y la percepción. Enseña que la única manera de avanzar verdaderamente en la vida, de romper la estancación y la confusión, es cumplir las mitzvot(preceptos) con simjá(alegría)—con alegría y entusiasmo genuinos. A través de la alegría, una persona crea un impulso espiritual, elevándose hacia niveles más altos de conexión Divina.


Esta ascensión lleva a lo que la Kabbalah se refiere como el Keter, el límite espiritual más alto que separa la creación finita de la luz infinita de Hashem. El Keter es una interfaz entre lo físico y lo infinito. Si una persona se fusionara completamente con la luz infinita, dejaría de existir como un ser finito. Por lo tanto, el Keter sirve como una barrera, impidiendo que la persona vaya más allá de lo que puede manejar.



Rabi Najman de Breslev describe este proceso:



1) La mente de una persona se expande a través de la alegría. Cuando alguien sirve a Hashem con verdadera alegría, alcanza niveles más altos de conciencia espiritual.

2)Se esfuerzan por ascender más, pero encuentran resistencia. Si continúan empujando hacia adelante sin restricción, chocan contra el Keter, que luego los rechaza de vuelta.


3) El contratiempo es un paso necesario. En lugar de ver los retrocesos como fracasos, uno debe reconocerlos como preparación para una mayor comprensión.


4) A través de la emuná (fe simple ), integran la luz. Aceptar el "rebote" con fe permite a la persona internalizar la luz divina dentro de su existencia finita.


Este proceso crea lo que Rabi Najman de Breslev llama las Nueve Cámaras(cámaras del intelecto), recipientes que mantienen la percepción divina de la luz infinita dentro de las limitaciones de la experiencia humana. Cuando una persona acepta correctamente este ciclo, merece claridad, avance espiritual y la ayuda divina en todas las áreas de su vida.



La Conexión entre el Tzitz(corona del sacerdote) y el Keter



El Tzitz sirve como una representación física de este concepto. Colocado en la frente de Aharon, cubriendo el cerebro y asegurado alrededor de la cabeza, refleja el rol del Keter—la corona de la percepción espiritual. El grabado Kodesh LaHashem(Santo para HaShem) simboliza cómo la santidad debe ser inscrita en la mente de una persona, pero no en una sola línea—sino en dos niveles, así como la percepción divina debe ser absorbida gradualmente.

Además, los hilos de tejelet(lana azul pálido) que aseguran el Tzitz(corona del sacerdote) representan un puente entre lo físico y lo infinito. La lana teñida de azul (tejelet) nos recuerda al cielo, que a su vez nos recuerda al Kisé HaKavod(Trono de la Gloria), ilustrando la conexión entre el servicio humano y la realidad Divina.


Aharon HaKohen(sacerdote), llevando el Tzitz, encarnaba este equilibrio: un ser mortal que porta la santidad Divina, mostrando que una persona puede conectarse con los niveles más altos mientras sigue permaneciendo dentro del mundo físico.

Cuando el pueblo judío(o noájida) abraza Kodesh LaHashem(Santo para HaShem), recibe la claridad necesaria para enfrentar los desafíos. Podemos recurrir a la luz de la Torá, las enseñanzas de los tzaddikim(los justos y la alegría de las mitzvot para superar obstáculos y revelar la presencia de Hashem en nuestras vidas.




El Me'il(túnica): Alegría y Movimiento en la Avodat(el servicio a) Hashem


El Me'il de Aharon HaKohen, la túnica del Kohen Gadol, estaba adornado con campanillas y ornamentos en forma de granada en el dobladillo, cerca de los pies. Estos adornos sonaban al caminar, simbolizando el movimiento, la música y la simjá (alegría). Rabi Najman de Breslev enseña que la alegría es una fuerza esencial en el crecimiento espiritual, expresada a través del movimiento, el aplauso y el canto. El servicio de Aharon en el Beit HaMikdash(templo sagrado) reflejaba esta idea: cada paso que daba estaba lleno de alegría, despertando el alma y elevando su servicio.

Este Me'il(túnica) representa el punto de partida para la ascensión espiritual. La alegría en las mitzvot(preceptos) crea energía y impulso, impulsando a una persona hacia niveles más altos de conexión con Hashem.



Aharon como el Canal de la Bendición


En la estructura de la ascensión espiritual, el siguiente paso después de la alegría es brajá(bendición). Aharon HaKohen(sacerdote) representa este concepto a través de Birkat Kohanim( las bendiciones sacerdotales), que canalizan la abundancia de Hashem al mundo. Los tres versículos de Birkat Kohanim contienen todas las bendiciones que un judío(noájidas) necesita en la vida:


"Yevarechecha Hashem v’yishmerecha" — Protección material y espiritual.


Ya’er Hashem panav eilecha vichuneka" — Iluminación divina y gracia.


"Yisa Hashem panav eilecha v’yasem lecha shalom" — Cercanía a Hashem y paz.


Estas bendiciones establecen una base para el siguiente nivel: recibir la percepción divina. Rebe Najman explica que activar las bendiciones en la vida de una persona es un requisito previo para alcanzar el Keter, el nivel más alto de conexión divina.

El Keter y el Urim VeTumim(luces y perfección)


Más allá de las bendiciones, el siguiente nivel de conexión divina es acceder a la infinita sabiduría de Hashem. Esto se representa por los Urim VeTumim, el pectoral del Kohen Gadol, que proporcionaba respuestas divinas a las preguntas planteadas por los líderes de Israel. La iluminación de los Urim VeTumim simbolizaba claridad y guía, mostrando que la sabiduría divina fluye hacia aquellos que se han preparado a través de simjá y brajá.


Rabi Najman de Breslev enseña que la verdadera sabiduría Divina proviene del Keter, la interfaz entre la creación finita y la luz infinita de Hashem. El Keter actúa como una barrera, asegurando que la energía Divina se reciba de manera medida. Cuando una persona sirve a Hashem con simjá y emuná, desarrolla recipientes—nueve cámaras—para recibir la luz divina sin ser abrumada. Este proceso refleja la función de los Urim VeTumim, que tomaban la sabiduría divina y la hacían accesible a través del pectoral.



El Tzitz: Un Vistazo al Infinito


En el nivel más alto de los vestuarios de Aharon estaba el Tzitz, la placa de oro en la frente grabada con Kodesh LaHashem(Santo para HaShem). Esta placa, que se extendía de oreja a oreja y se sostenía con hilos de tejelet, representa la etapa final de la conexión divina—mirar hacia el infinito. La palabra Tzitz significa "echar un vistazo", como en "Mashgiach min hachalonot, metzitz min hacharakim"—"Él observa a través de las ventanas, Él mira a través de las grietas" (Shir HaShirim 2:9). Esto refleja la realidad de que la luz infinita de Hashem no puede ser comprendida completamente—solo puede ser vislumbrada. El Tzitz simboliza el momento en que una persona alcanza su límite intelectual y solo puede recibir un débil destello de la verdad Divina.



Continuando la Ascensión


Los vestuarios de Aharon HaKohen ilustran el proceso de ascender hacia la percepción Divina:

• Simjá y movimiento (Me’il) : Generando alegría para elevar las mitzvot.

• Bendición y expansión (Birkat Kohanim) :Abriendo canales de abundancia Divina.

• Echar un vistazo más allá de lo finito (Tzitz) : Alcanzando un destello de la infinita sabiduría de Hashem.

• Recibiendo claridad (Urim VeTumim) :Permitiendo que la luz Divina del luz infinita brille como guía.


A través de este proceso, aprendemos que la verdadera conexión con Hashem requiere alegría, fe y la capacidad de aceptar los retrocesos como parte de la ascensión mayor. El Tzitz nos recuerda que, aunque nunca podamos comprender completamente lo infinito, Hashem nos concede destellos de Su luz para guiarnos en el camino.


El Tzitz, la placa de oro que llevaba Aharon HaKohen en la frente, estaba grabada con las palabras Kodesh LaHashem("Santo para Hashem"). Esta inscripción, que se extendía de oreja a oreja y estaba asegurada por hilos de tejelet( lana azules), simbolizaba la conexión espiritual más alta alcanzable a través del servicio divino. Cubría la frente, el asiento del intelecto humano, enfatizando que incluso las facultades mentales más altas deben ser dedicadas completamente a Hashem.


Existe un debate en la Guemará sobre el significado de Kodesh LaHashem: ¿Se refiere a Aharon mismo, o al pueblo judío? La respuesta, increíblemente, es ambas. Como Kohen Gadol(sacerdote supremo), Aharon fue santificado para el nivel más alto de servicio Divino, pero también sirvió como representante de todo Klal Yisrael(Todo Israel). Su servicio en el Beit HaMikdash( sagrado templo) no era solo para su propia elevación, sino para toda la nación.




La Humildad de Aharon: Llevando el Título de Santidad



Llevar una prenda en la cabeza que proclama Kodesh LaHashem requiere un nivel inimaginable de humildad. Cualquier otra persona podría sucumbir a la arrogancia, pero Aharon, como el paradigma de shalom (paz) y desinterés, encarnaba el ideal de un servicio completo a Hashem sin orgullo personal. Esta humildad era esencial para un líder encargado de expiar y bendecir al pueblo.




Los Cinco Niveles de Conexión Divina



El Tzitz no solo era un símbolo, sino una representación de profundas realidades espirituales. El nombre de Hashem, Yud-Kei-Vav-Kei, representa cuatro dimensiones de la existencia según el pensamiento kabbalístico:



Cada uno de estos niveles refleja una fase en el proceso de manifestación Divina, y el Tzitz, al estar grabado con Kodesh LaHashem, sirve como un canal que conecta estos niveles espirituales con el mundo físico.

Por encima de estos cuatro niveles existe un quinto, un nivel más elevado: el dominio de la gloria Divina, la interfaz entre lo infinito y lo finito. Este corresponde a la pequeña línea descendente en el techo de la letra Yod en el nombre de Hashem, conocida como Kotza d’Yud(el apéndice de la Yod), que representa el nivel trascendental más allá de la comprensión humana.

El grabado de Kodesh LaHashem en el Tzitz reflejaba esta estructura. Según Rashi, las palabras estaban dispuestas en dos líneas: Kodesh La en la parte inferior, con Hashem escrito encima. Este arreglo visual reflejaba el viaje ascendente del alma, desde el servicio a Hashem a través de las mitzvot en este mundo (Asiyá) hasta finalmente alcanzar un destello de la unidad Divina (Esplendor – Kotza d'Yud).



El Tzitz y las Doce Tribus


Los vestuarios de Aharon también incluían dos piedras en los hombros grabadas con los nombres de las doce tribus—seis en cada lado. Estas piedras, que Aharon llevaba durante su servicio, significaban que Aharon no actuaba en su propio nombre, sino como emisario de todo Klal Yisrael(todo Israel). Así, el Tzitz, con la inscripción Kodesh LaHashem, se aplicaba no solo a Aharon, sino a toda la nación. Así como se esperaba que Aharon alcanzara los niveles más altos de santidad, cada judío(noájida) tiene el potencial de ascender a través del servicio Divino.



Los Urim VeTumim y los Mensajes de la Torá


Reb Noson compara los Urim VeTumim al poder de los libros impresos de los tzaddikim.(justos) Incluso siglos después de que sus obras fueron escritas, las letras continúan brillando para aquellos que las estudian, de la misma manera en que los Urim VeTumim en el Choshen (pectoral) iluminaban las respuestas. La Torá, especialmente tal como se revela a través de los tzaddikim, sirve como un canal para los mensajes divinos de la luz infinita, guiando a una persona hacia la verdad y la claridad.



La Batalla contra Amalek: Achashverosh y los Vestidos del Kohen Gadol


EsteShabat Zachor, que precede a Purim, nos recuerda la batalla continua contra Amalek, que busca cortar al pueblo judío de su conexión divina. El Midrash afirma que en el infame banquete de Ajashverosh, él se vistió con los ocho vestuarios del Kohen Gadol. Su objetivo era tomar la simjá generada por las mitzvot—que deberían traer luz y santidad al mundo—y redirigirla hacia la impureza. El banquete presentaba comida no kosher, vino y inmoralidad, intentando despojar al pueblo judío de su santidad.




La Fuerza de Mordejai: La Clave para la Redención



Mordejai, personificando la fuerza de un verdadero tzaddik, contrarrestó esta corrupción inspirando al pueblo judío a mantener su fe y dignidad. Mientras lloraba y rezaba por la salvación, al mismo tiempo se mantenía firme frente a Hamán, negándose a inclinarse. Según el Midrash, Mordejai incluso ridiculizó a Hamán mostrándole un contrato grabado en su zapato, demostrando que Hamán una vez se vendió como esclavo. Este equilibrio—una fe inquebrantable en Hashem mientras se opone valientemente al mal—se convirtió en la clave para anular el decreto y traer el milagro de Purim.



El Tzitz: Un Destello de Luz Infinita


El Tzitz, colocado en la frente, representa la capacidad de acceder a la sabiduría Divina en momentos de oscuridad. Cuando el pueblo judío abraza Kodesh LaHashem(Santo para HaShem)—santificando su intelecto y dedicando sus acciones a Hashem—reciben la claridad necesaria para navegar los desafíos. Así como Mordejai iluminó el camino hacia la redención, nosotros también podemos recurrir a la luz de la Torá, las enseñanzas de los tzaddikim(justos), y la simjá(alegría) de las mitzvot(Preceptos) para superar obstáculos y revelar la presencia de Hashem en nuestras vidas.


Que podamos merecer internalizar las lecciones del Tzitz, santificar nuestros pensamientos y usar la luz de la Torá para disipar la duda y la oscuridad. A medida que nos acercamos a Purim, que podamos someter Amalek, abrazar la verdadera simjá, y merecer la redención última.