Parashá Tzav - La singularidad de agradecer a Hashem
Escrito por el Rabino Meir Elkabas
La Parashá de esta semana, Tzav, cae en Erev (víspera) Pesaj, conectando dos energías poderosas: la Avodá(servicio) diaria en el Beit HaMikdash (La tienda del encuentro, posteriormente primer templo y segundo templo) y la renovación de la redención a través del Éxodo."
Como vimos la semana pasada, la Torá enumera cinco tipos de ofrendas de Minjá(ofrenda al templo) que solo traería una persona pobre. Rabi Natan de Breslev, basándose en las enseñanzas de Rabi Najman de Breslev en Likutey Moharán 24, revela que estas cinco corresponden a cinco caminos para acceder a la alegría(los cinco magnificos), cada uno adaptado a diferentes situaciones de vida. De estos caminos, el cuarto Hoda’ah, (dar gracias) es la forma más elevada y desarrollada de alegría. La parashá de esta semana pone esta idea en primer plano.
Los Cinco Caminos hacia la Alegría(los cinco magnificos)
Rabi Najman de Breslev enseña que la verdadera alegría se puede acceder a través de cinco caminos principales(los cinco magnificos):
1. Miley d’Shtuta ( Ligereza y Humor): Incluso la alegría falsa es un comienzo. Bromeando, riendo y actuando de manera tonta puede, eventualmente, llevar a una persona a una verdadera felicidad.
2. Música y Danza: Mover el cuerpo—aplaudiendo: escuchando música y bailando—estimula el corazón y eleva el espíritu.
3. Encontrar los Puntos Buenos: Mirar hacia adentro para encontrar incluso el más pequeño bien puede traer una chispa de alegría a alguien que se siente perdido o roto.
4. Dar Gracias – Hoda’ah: Reconocer y expresar gratitud por el bien que ya está presente.
5. Mirar hacia el Futuro: Cuando el presente se siente demasiado oscuro, podemos tomar prestada la alegría del conocimiento de que, al final, todo se pondrá en su lugar
De estos cinco, Hoda’ah(la gratitud) se destaca. No es un esfuerzo por alcanzar la felicidad ni fabricarla, es una respuesta a la bondad real. Cuando una persona siente una gratitud genuina hacia Hashem, la alegría es estable, duradera y transformadora.
Korban Todah – Cuando la Gratitud se Convierte en una Ofrenda
El Korban Todah(la Ofrenda de Acción de Gracias) expresa este nivel elevado de simjá (alegría). La Torá especifica que cuatro tipos de personas están obligadas a traer esta ofrenda: alguien que fue encarcelado, alguien que sufrió una enfermedad grave, alguien que viajó al extranjero, y alguien que cruzó un desierto. Estas son las personas que también recitan Birkat HaGomel(bendición de agradecimiento) hoy en día. El acrónimo de la palabra "Chayim" (jét-yud-yud-mem ) חיים hace alusión a estos cuatro:
Fonetica | Letra Hebrea | Palabra Hebrea | Fonetica | Significado |
---|---|---|---|---|
Jet | ח | חבוש | Chavush | Prisionero |
Yod | י | יסורים | Yisurim | Enfermo |
Yod | י | ים | Yam | Viajero por mar |
mem | ם | מדבר | Midbar | Viajero por el desierto |
Rabi Natan de Breslev, en Likutey Halajot (Birkat Hoda’ah 6), explica que estas categorías también representan estados espirituales:
<="parashalogo">Estado Espiritual | Significado |
---|---|
Sentirse atrapado e incapaz de servir a Hashem | Prisionero |
Estar demasiado débil o confundido para funcionar | Enfermo |
Experimentar grandes picos espirituales seguidos de caídas intensas | viajar en olas |
Sentirse perdido, como vagar en un desierto espiritual sin dirección | Andar en el desierto |
Cuando alguien es salvado de estos estados internos, cuando la claridad, la energía y la fuerza regresan no solo siente alivio. Está agradecido. Esa gratitud es tan poderosa que la Torá dice que debe expresarse con un Korban Todah(ofrenda de acción de gracias).
Los Cuatro Panes de la Todah
A diferencia de otras ofrendas, el Korban Todah viene con un acompañamiento único: cuarenta panes. Treinta de ellos son matzá(pan sin levadura), y diez son jametz(pan con levadura). La Torá especifica tres tipos de matzá:
1. Jalot Matzot Belulot B'Shemen : panes de matzá amasados con aceite.
2. Rekikei Matzot Meshuchim B'Shemen : matzá plana generosamente untada con aceite.
3. Solet Murbejet Chalot Belulot B'Shemen : masa suave, hervida y similar a un bagel(pan Francés), hecha con aceite.
4. Lejem Jametz : pan con levadura, horneado de manera normal.
Estos acompañan la ofrenda animal del Korban Todah. Mientras que dos de estos panes recuerdan las ofrendas de la Minjá Ani (la ofrenda del pobre) de la semana pasada, dos son completamente únicas del Todah. Esto refleja cómo dar gracias (Hoda’ah) es un nivel propio de servicio espiritual, nacido de la verdadera alegría.
Hay algo más allá de la lucha. Hay luz al final del exilio.
El Pináculo de la Simjá: Dar Gracias
Rabi Natan de Breslev explica que la expresión más alta de alegría es hoda'ah(dar gracias). Incluso la alegría que se encuentra al cumplir las mitzvot está destinada a llevar a un corazón lleno de gratitud. Ya sea que una persona alcance la alegría a través de la danza, encontrar puntos buenos, hacer bromas, o imaginar la redención futura, todo ello converge en dar gracias a Hashem. Es la culminación de la alegría, no solo su fuente.
De hecho, Rabi Natan escribe en Likutey Halajot que si los judíos dieran gracias correctamente, el Mashíaj ya habría llegado. Tal es el poder de la gratitud: transforma, eleva y abre las puertas de la redención.
Cada uno de los cuatro panes corresponde a una etapa en el proceso de crecimiento espiritual y servicio alegre (avodá).
Los dos primeros (jalot matzot y rekikim) simbolizan las primeras etapas de servir a Hashem con alegría, elevando las chispas de santidad a través del agradecimiento y la simjá (alegría). De esto surge la bajará (bendición) y, finalmente, el regalo de da’at(conocimiento), la conciencia interna.
Sin embargo, solo el da’at no es suficiente. Debe fusionarse con emuná, fe. Solo cuando el intelecto y la fe trabajan juntos puede una persona acceder a lo que Rabi Najman de Breslev llama el Keter (la corona), la interfaz entre el hombre finito y la luz infinita.
Hervir y Esperar – Murbejet y Jametz
Murbejet el tercer tipo de matzá, simboliza la mente en ebullición, activa—siempre pensando, siempre girando. Rabi Najman de Breslev enseña que incluso mientras dormimos, la mente sigue procesando. Esta energía hirviente refleja el trabajo espiritual interno de una persona, luchando con pensamientos de Torá y cercanía a Hashem.
Pero luego llega el jametz(el pan con levadura). ¿Qué crea el jametz? ....Esperar. La masa se sienta, la levadura sube y el pan se infla. En las enseñanzas de Rabi Najman de Breslev, esperar (shehiya) es la definición misma del Keter. Cuando una persona asciende demasiado rápido o se acerca demasiado al infinito, el Keter retrocede. Coloca un límite, una barrera, y exige paciencia.
Esta espera no es un castigo es una purificación.
Hace que la persona desarrolle recipientes más fuertes para contener la luz que anhela. El Keter lo detiene para que pueda profundizar su emuná y prepararse para recibir algo más allá de su capacidad actual. El jametz en el Korban Todah refleja este nivel máximo de simjá—la alegría que se encuentra en aceptar los retrasos, abrazar la espera y permitir que la luz de Hashem se despliegue a su debido tiempo.
Keter y Jametz – La Espera que Eleva
Rabi Najman de Breslev revela una conexión profunda entre Keter—la corona espiritual más alta—y el concepto de esperar. Él lo extrae de un versículo en Iyov (Job), donde Elihu dice: “Katar li ze’er v’achaveka”—“Espérame un poco, y te mostraré más sabiduría.” La palabra Katar, en arameo, significa esperar—y comparte una raíz con Keter, que significa corona.
A la luz de esto, Rabi Najman de Breslev enseña que la corona(el Keter)es específicamente este momento de ser retenido, de ser forzado a esperar. Cuando una persona ha construido impulso y se está moviendo hacia la santidad y la luz espiritual, el Keter puede empujarlo hacia atrás. Pero esto no es un rechazo. Es un diseño Divino: un retraso espiritual que construye recipientes más fuertes, un anhelo más profundo y una fe más refinada.
¿Y qué permite este retraso? Un atisbo de la luz infinita (no de manera directa), sino de forma oculta, subconsciente. La persona puede no percibir la luz de manera explícita, pero su influencia lo fortalece. Solo un destello (imprimido en el alma) es suficiente para ayudarlo a continuar.
Esto, dice Rabi Natan de Breslev, es el poder del Korban Todah (la acción de dar gracias). Es la alegría máxima. Es la puerta de entrada a lo infinito.
La Alegría Conduce a la Gratitud, la Gratitud Conduce al Keter
De los cinco caminos hacia la alegría(los cinco magnificos) que Rabi Najman de Breslev describe:bromas, danza, encontrar puntos buenos, esperanza futura y gratitud, es la gratitud la que representa la culminación. El Korban Todah, que simboliza este nivel de alegría, es el portal hacia el Keter. La acción de dar gracias lleva a la bendición, a la claridad y, finalmente, a este límite conocido como el Keter. Y es a través de dar gracias que una persona se eleva, incluso hacia la luz infinita.
Pesaj: Saltando el Keter
Asombrosamente, todo esto se alinea con Pesaj. En Pesaj, el jametz está completamente prohibido. El proceso de hacer jametz(esperar que la masa suba)es precisamente el símbolo del Keter. Pero en la noche del Seder(comida ritual de Pesaj), Hashem anula el orden natural. No hay espera. No hay barrera. Saltamos sobre ella. Pesaj—del verbo pasach, que significa saltar—significa que Hashem nos permite saltar directamente a la luz.
¿Por qué? Porque todavía estamos en Egipto. Todavía estamos en esclavitud, constricción y depresión
Si Hashem exigiera paciencia ahora, si nos dijera que esperemos y pasemos por el proceso,podríamos colapsar. Nos rendiríamos. Así que, en lugar de eso, nos da un regalo. En la noche de Pesaj, a cada judío(o no judío)—sin importar cuán distante o roto esté se le da un sabor de la luz infinita.
El Arizal dice que la luz revelada en la noche del Seder(cena) no brilla en ningún otro momento del año. Es mucho más allá de nuestro nivel. Y sin embargo, Hashem la da de todos modos(para levantarnos, para despertarnos, para mostrarnos lo que es posible). Los cuatro cálices de vino, la matzá, el relato de la historia en la Hagadá(historia de la liberación) todo ello es un recipiente para experimentar este estallido de cercanía Divina. Y aunque no lo percibamos conscientemente, nuestra alma se enciende.
Por la mañana, se desvanece. La luz se va. Pero deja una impresión lo suficientemente fuerte como para impulsarnos hacia adelante. Ese sabor nos da la motivación para ascender desde la oscuridad. Nos dice: hay algo más allá de esta lucha. Hay luz al final del exilio.
Regresando con Gratitud
A través de la Parashá de Tzav y el Korban Todah, se nos recuerda el increíble poder espiritual de la gratitud. Y a través de Pesaj, se nos da un regalo anual—un vistazo a la luz infinita, incluso antes de estar preparados. Ojalá aprendamos a aprovechar la fuerza de Hoda’ah, de dar gracias, en todas sus formas. Y que seamos zocheh de saltar todas las barreras y regresar a Hashem con corazones plenos.