Parashá vayigash los 10 hijos/las 10 canciones de Benjamin

Escrito por el Rabino Meir Elkabas

Los 10 hijos de Benjamin y su profundo significado

En la parashá VaYigash, la Torá detalla el descenso de Yaakov(Jacob) a Egipto con su familia, enumerando las 70 almas que lo acompañaron. Entre ellas, los diez hijos de (Binyamin) Benjamín son nombrados explícitamente: Bela, Bequer, Ashbel, Gera, Naaman, Aji, Rosh, Mupim, Jupim y Ared (Bereshit-Genesis 46:21).

Cuando Yosef se encontró con Binyamin (Benjamín) después de muchos años, le preguntó por su familia. Benjamín compartió los nombres de sus diez hijos, explicando los profundos significados de cada uno. Cada nombre reflejaba ya sea la grandeza de Yosef o el dolor de su separación:

“-Devorado” refiriéndose a Yosef siendo perdido entre las naciones.

-Bequer: Reconociendo a Yosef como el “primogénito” en prominencia.

-Ashbel: “Prisionero,” simbolizando el cautiverio de Yosef.

-Gera: “Forastero,” reflejando la vida inestable de Yosef en Egipto.

-Naaman: La amabilidad y gracia de Yosef.

-Achi y Rosh: Enfatizando a Yosef como hermano y líder.

-Mupim y Chupim: Lamentando las jupot (bodas) perdidas: Benjamín no vio la boda de Yosef, y Yosef no vio la de Benjamín.

-Ared: ,“Descendió” refiriéndose al descenso de Yosef a Egipto.

El Maharal de Praga explica que estos nombres se dividen de manera equitativa: cinco resaltan la estatura de Yosef y cinco expresan su sufrimiento.


La misteriosa fuente de los diez hijos de Benjamín


La Gemara (Sotá 36b) presenta una explicación extraordinaria sobre por qué Benjamín tuvo más hijos que cualquier otro de los hijos de Yaakov. Yosef originalmente estaba destinado a tener 12 hijos, de la misma manera que Yaakov, pero solo tuvo dos: Efraín y Menashé. ¿Qué pasó con los otros diez?

Cuando Yosef resistió la tentación de la esposa de Potifar, hundió los dedos de sus pies en la tierra para distraerse de la prueba. La Guemará revela que surgieron diez gotas de su simiente, no de un lugar normal, sino a través de los nudillos de sus dedos. Estas diez gotas representaban los diez hijos que debía tener pero que perdió. Como resultado, estas diez almas nacieron de Binyamin(Be, cumpliendo simbólicamente la pérdida de Yosef.


La conexión con el Tikkun HaKlali


Las enseñanzas del Rebe Najman sobre el Tikkun HaKlali arrojan luz sobre este evento. El Tikkun HaKlali consiste en recitar diez capítulos específicos de Tehilim salmos (16, 32, 41, 42, 59, 77, 90, 105, 137 y 150), que corresponden a los diez tipos de melodías utilizadas en la composición de Tehilim.

Cada melodía está vinculada a una energía espiritual específica.

y todas se tocan con los dedos, lo que resalta la conexión entre los dedos de Yosef y las diez almas perdidas.


El rol de la canción y la rectificación


Las diez melodías y sus capítulos correspondientes de Tehilim enfatizan el poder de la música y la rectificación espiritual. La lucha de Yosef y el papel redentor de los diez hijos de Benjamín simbolizan la transformación de la pérdida en elevación espiritual


La prueba de Yosef y las 10 gotas de simiente


La gran prueba de Yosef con la esposa de Potifar es bien conocida por su extraordinario autocontrol. Aunque Yosef evitó el pecado en sí, este evento simbolizó una pérdida espiritual. La semilla, destinada a crear diez almas, fue "desperdiciada". Estas diez almas nacieron más tarde del hermano de Yosef, Benjamín, quien tuvo diez hijos, rectificando así la pérdida.


El role de los dedos en la rectificación

El Rebe Najman explica que los dedos son simbólicos en la rectificación del defecto de la simiente desperdiciada. Correspondientes a los diez tipos de melodía—energías espirituales expresadas a través de los diez capítulos de Tehilim en el Tikkun HaKlali—los dedos representan el canal a través del cual se puede alcanzar la corrección. La música, tocada con los dedos, es una herramienta poderosa para la simjá (alegría) y la curación espiritual, especialmente para rectificar defectos en la santidad.

En el último cuento del Sippurei Ma’asiyot del Rebe Najman, el mendigo sin manos usa sus dedos para sanar a una princesa afligida por diez flechas envenenadas. Esta historia simboliza el poder redentor de los diez tipos de melodía, que corresponden a los diez dedos. La pérdida de Yosef a través de sus dedos subraya la conexión entre la melodía, la simjá (alegría) y la rectificación.

¡Al conectarnos con la alegría y las melodías elevadoras, podemos fortalecer nuestra conexión con la santidad, acelerar la llegada del Mashíaj y lograr una redención para nosotros mismos y para el mundo!



El rol de benjamin en la rectificación


Binyamin(Benjamin), el único de los hijos de Yaakov nacido en Eretz Yisrael(la tierra de Israel), está asociado de manera única con la simjá, la alegría y la melodía. Su nombre, que significa "hijo del lado derecho", refleja las cualidades de luz, bondad y santidad

El Beit HaMikdash(templo sagrado), el lugar definitivo de alegría y melodía, estaba ubicado en una tierra que pertenecía a Benjamín. Tanto el Primer como el Segundo Templo, así como el futuro Tercer Templo, se encuentran sobre su porción de tierra. En la Parshá de esta semana, Yosef llora sobre los "cuellos" de Binyamin (en plural), simbolizando los dos Templos destruidos.


El Entusiasmo de Yosef y la estabilidad de Binyamin(Benjamin)


Yosef representa hitlahavut—un entusiasmo ardiente en el servicio a Hashem, esencial para enfrentar desafíos como los que plantea Esav(Esau, el hermano de Jacob, simboliza el otro lado). Sin embargo, el entusiasmo de Yosef carecía de la alegría fundamentada que se encuentra en Eretz Yisrael(tierra de Israel), simbolizada por Binyamin.(Benjamin)

Por esta razón, el Beit HaMikdash fue construido sobre la tierra de Binyamin(Benjamin) y no sobre la de Yosef. Aunque Yosef alcanzó la grandeza como un Tzaddik, su camino espiritual permaneció incompleto sin la estabilidad y la alegría representadas por Binyamin.

La interacción entre Yosef y Binyamin(Josef y Benjamin)


La conexión de Binyamin con Eretz Yisrael lo convirtió en el recipiente ideal para recibir y rectificar las diez gotas perdidas de Yosef. La relación entre los dos hermanos resalta el equilibrio necesario entre el entusiasmo ardiente y la alegría estable en el servicio a Hashem.

Los Cinco y Cinco: Equilibrando la Alegría y las Pruebas


Los diez nombres de los hijos de Binyamin(Benjamin) reflejan dos aspectos de la vida de Yosef: cinco nombres significan su grandeza y estatura, mientras que los otros cinco representan sus luchas y sufrimiento. Esta dualidad se alinea con las cinco voces de alegría del versículo: Kol Sason, Kol Simcha, Kol Chatan, Kol Kala, Kol Omrim Hodu LaHashem Ki Tov. ("La voz de alegría, la voz de regocijo, la voz del novio, la voz de la novia, la voz de los que dicen: 'Den gracias a Hashem, porque Él es bueno, porque Su bondad es eterna.")


Estas cinco voces de alegría destacan las etapas de deleite, celebración y gratitud que son centrales en la vida judía. Se paralelizan con los cinco atributos positivos de Yosef, que fueron refinados a través de sus pruebas.


El Doble Papel de la Melodía


Rebbe Najman explica en Likutey Moharan Parte 2, Lección 92, que los diez tipos de melodía rectifican las imperfecciones espirituales. Estas diez melodías se dividen en dos grupos:

Cinco Melodías Majestuosas: Tomadas del libro de los Salmos, son puras, elevadoras y transformadoras. Elevan instantáneamente a la persona sin necesidad de primero remover la negatividad.

Cinco Melodías Transformadoras: Tomadas de los libros de Proverbios y Job, estas melodías se conectan con la tristeza y la melancolía, empujando suavemente la negatividad antes de elevar a la persona hacia la alegría.

La interacción de estas diez melodías refleja el viaje de Yosef: una vida de pruebas que finalmente conduce a la elevación y la alegría.


El Rol de Binyamin en la Rectificación


Binyamin, el único hijo de Yaakov nacido en Eretz Yisrael, encarna la alegría, la santidad y el poder de la melodía. Sus diez hijos simbolizan la culminación del potencial de Yosef, rectificando la pérdida de las diez gotas de semilla de Yosef.

El Beit HaMikdash (Templo sagrado), construido sobre la porción de tierra de Binyamin, representa la máxima alegría y melodía que se encuentran en Eretz Yisrael. La conexión inherente de Binyamin con la simjá lo convirtió en el recipiente ideal para llevar a cabo la rectificación de Yosef.


Yosef y Binyamin: Un Vínculo Único


La profunda conexión emocional de Yosef con Binyamin se destaca en la Parshá de esta semana. El deseo de Yosef de encontrarse con Binyamin subraya su misión compartida. Como hijos de Rajel, su relación refleja la necesidad de Yosef de encontrar en Binyamin un ancla en la alegría y santidad de Eretz Yisrael.


Cuando Yosef le preguntó a Binyamin sobre sus hijos y sus nombres, el peso emocional de su vínculo conmovió a Yosef hasta las lágrimas. Esta interacción simboliza el reconocimiento de Yosef del papel de Binyamin en completar la misión espiritual de su linaje compartido.


Activando la Alegría de Eretz Yisrael(La tierra de Israel)

Las lecciones de la Parshá VaYigash enfatizan el poder transformador de la alegría y la melodía. Al conectarnos con la alegría simbolizada por Binyamin y las melodías que elevan el alma, podemos fortalecer nuestra conexión con la santidad, acelerar la llegada del Mashíaj y lograr una redención más profunda para nosotros mismos y para el mundo.


Shabat Shalom. Que siempre estemos besimjá, activando el poder de la melodía y la alegría para transformar nuestras vidas.